martes, 10 de junio de 2014

Nuestros pueblos a mediados del s. XIX (6) Fuensalida

Publicado en la revista Camarus, octubre 2012

Fuensalida.
               
   Villa con ayuntamiento en la provincia y diócesis de Toledo (5 leguas), partido judicial de Torrijos (2 leguas), audiencia territorial de Madrid (20 leguas), capitanía general de Castilla la Nueva. Situada sobre una colina de corta elevación con horizonte despejado, clima benigno y vientos este y oeste. Se padecen intermitentes, anginas y catarros bronquiantes. Tiene 428 casas de un solo piso, consistorial, cárcel, carnecería, escuela de primeras letras para niños dotada con 3.000 reales, a la que asisten 122, otra de niñas con 1.200 reales y asisten 60, una cátedra de latinidad con 500 reales de dotación y 9 discípulos, un
hospital denominado de Santi Spiritus en donde se recogen los pobres peregrinos, viviendo también en el mismo algunos pobres impedidos de la villa, otro llamado de la Soledad, fundado por el cuarto conde de Fuensalida, pero el edificio está arruinado y no queda más que la iglesia capilla con el mismo título en mal estado, para cuyo sostenimiento se invierten las cortas rentas de unas tierras y una casa ruinosa, únicas fincas de su dotación, un magnífico palacio propio del Sr. Duque de Frías en muy buen estado, cuyo piso principal sirve para encerrar los granos, tiene 2 torres a los lados de la fachada principal con buenos balcones, y en él habita el administrador de dicho señor, un convento de monjas Franciscas con 7 religiosas, fundado en 1.419 por Fernando Rodriguez,  iglesia parroquial dedicada a San Juan Bautista, curato de término y provisión ordinaria, el edificio es de piedra, renovado en 1.818 de una nave, con 153 pies de longitud, 69 de latitud y 51 de elevación, en las afueras un convento de Franciscos descalzos vulgo Gilitos, edificado en 1574 por el conde de Fuensalida, y cuyo edificio ha cedido en el día el Sr. Duque de Frías, para un colegio de humanidades y para escuela de niñas, una ermita dedicada a San Roque, pequeña y en buen estado,  y una fuente de piedra en forma de taza con aguas sanas, abundantes y algo gruesas, de la cual se surte el vecindario. Confina el término al norte con el de Santa Cruz del Retamar, este Villamiel y Camarenilla, sur Huecas, Oeste Novés y Portillo a distancia de ¼ a 1 legua y comprende 5.193 fanegas de tierra, de las que se cultivan 100 de primera calidad, 1.000 de segunda y 4.093 de tercera, un monte poblado de encinas aunque algo destruido, un plantío de 2.000 olivares y 292.000 cepas de viña, 2 caseríos o casas de labor y 2 despoblados llamados Renales y Villamocén a 1 legua de la villa, en los cuales se encuentran todavía escombros piedras y restos de estas 2 poblaciones, y hace algunos años de halló un sepulcro labrado. En los despoblados se hallan muchas huertas que se riegan por un abundante arroyo que por allí corre, únicas aguas del término. El terreno es llano con pocos cerros, los caminos vecinales de rueda y buenos en tiempo seco, pero si llueve se hacen trabajosos, el correo se recibe en Novés, por valijero 3 veces a la semana. Productos:  trigo, cebada, garbanzos, verduras, vino, aceite, se mantiene ganado lanar, vacuno y de cerda, 74 yuntas de mulas y 34 de bueyes que se ocupan en la labranza. Industria y comercio: 4 molinos de aceite, uno de harina en el arroyo, 2 tahonas, 2 tiendas de lienzos, hilos y demás géneros de consumo y se exportan los 2/3 de frutos que sobran. Población: 683 vecinos, 2.739 almas. Capital productos: 3.032,042 reales. Imponible: 86.968. Contribución: con inclusión de culto y clero 68.755. Presupuesto municipal: 21.850 del que se pagan 4.400 al secretario por su dotación, y se cubre del fondo de propios, que consiste en 1.500 fanegas de tierra de la dehesa llamada los Parrales, las 200 labrantías y las restantes de pasto y eriales, una casa para carnicería, otra para tienda de abacería, un telar y varios censos. Se arbitran también para el mismo efecto el producto de los emparbaderos y el de fiel almotacén.

Historia. Es muy conocido el nombre de esta población por la importancia de sus poseedores. D. Pedro López de Ayala, el tuerto,  hijo de D. Pedro López, Sr. De Ayala, y de su mujer  Doña Leonor de Guzmán, casó con Doña Elvira de Castañeda y fue primer Sr. de Fuensalida. De esta unión fue hijo Pedro López de Ayala, segundo Sr. de Fuensalida, y primer conde de este estado, el que casó con Doña Leonor de Silva, y de este matrimonio fueron hijos D. Pedro López de Ayala, segundo conde de Fuensalida, y D. Alonso de Ayala y Silva, por quien continuó la baronía de esta casa por haber muerto su hermano el conde D. Pedro sin sucesión.

Don Alonso de Ayala y Silva, casó con Doña María Carrillo, y de esta unión fueron hijos D. Pedro López y Doña María, en cuyos descendientes recayó la sucesión y los estados de Fuensalida.

Don Pedro López de Ayala, fue tercer conde de Fuensalida por muerte de su tío, pero habiendo fallecido sin sucesión, feneció aquí la baronía de esta línea y la casa de Ayala, y heredó los estados de Fuensalida su hermana Doña María Ayala, quien casó con D. Fadrique Manrique de Zúñiga, primeros duques de Plasencia, hoy duques de Béjar.

Esta villa fue erigida en condado en 1.468 a favor de D. Pedro López de Ayala, y su señorío perteneció a la casa de Frías. Es patria de Fray Diego de Fuensalida, célebre por su santidad y erudición.

Bibliografía:
Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar

Pascual Madoz 1845


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