lunes, 9 de junio de 2014

Rielves a mediados del s. XVIII

Publicado en el libro de las fiestas de Rielves (2011)

En el artículo del año anterior, hablamos sobre las migraciones de algunas familias de Rielves al continente americano en los siglos XVI y XVII, en esta ocasión, avanzaremos un siglo en nuestra historia, para conocer como era nuestro pueblo en el s. XVIII.

Es numerosa la información que nos aporta el “Catastro de Ensenada”, realizado entre 1750-1754 sobre nuestro municipio, pero como se me pide brevedad, resumiré los aspectos más significativos o curiosos, dejando el grueso de este censo para ocasiones futuras.

Comparativa términos municipales siglos XVIII y XXILa primera diferencia importante entre el Rielves de entonces y el actual, radica en su término municipal, con aproximadamente 1/3 menos de extensión, que se aumentará hasta el actual, gracias a la anexión de tierras que pertenecían en aquel tiempo a las poblaciones de Huecas, Bargas y en menor tamaño Barcience y Albarreal de Tajo.

Nuestro territorio contaba con 3500 fanegas[1] de tierra sembradas de trigo, cebada, centeno y avena. 380 fanegas de pastos, destinadas a la alimentación del ganado lanar, 2 fanegas de regadío para huertas de hortalizas, otras 2 con frutales de ciruela y albaricoque, 50 fanegas de viñas y otras 50 de olivas, además de numerosos algarrobos.

De la actividad ganadera no tenemos cifras, pero parece no ser excesivamente importante o numerosa ya que tan sólo existían 2 corrales para encerrar al ganado. En este grupo encontramos  bueyes, caballos, mulas, burros, cerdos, carneros, ovejas y 4 palomares; 3 particulares (uno de ellos perteneciente al Marqués de Quiroga, señor de la villa) y otro dependiente de la iglesia.

Lo más llamativo lo encontramos en la población, su comercio y su industria. 86 viviendas se alzaban en Rielves, de las cuales 16 se encontraban en ruinas.  Contaba el municipio con un ayuntamiento, hospital, escuela, taberna, 2 mesones, carnicería, fragua, mercería y abacería[2]. Había también un albañil, un carretero, un aguardentero y la mayoría de la población (entre 35 y 40 personas) trabajaba como jornaleros. En este último grupo, por lo precario de su situación debido a las condiciones laborales y el escaso salario, se daban los pobres de solemnidad en una cifra de 13 o 14 personas.

Con este breve artículo podemos hacernos una idea de cómo era la vida cotidiana en nuestro pueblo hace 260 años,  un corto periodo de tiempo si se compara con la edad de este antiguo municipio.



[1] Al no ser una medida normalizada en todo el país, su tamaño varía según la zona, pero podemos tomar como referencia, para hacernos una idea, algo más de media hectárea.
[2] Tienda donde se venden aceite, vinagre, legumbres secas, bacalao, etc.


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