miércoles, 11 de junio de 2014

Algunos datos sobre la antigua población de Bercicalia (Méntrida)

Publicado en la revista Camarus, agosto 2013

El paso del tiempo no sólo acaba con personas y cosas, en ocasiones bruscos cambios sociales provocados por desastres naturales o las acciones bélicas han puesto fin a poblaciones y ciudades de fuertes cimientos culturales.

Una muestra de ello es la ciudad de Bercicalia, de ignoto pasado y que se levantó al oriente del actual término municipal de Méntrida.

Según la leyenda, fue fundada esta villa por el rey Brigo o Brigio, cuarto nieto de Noé, que habría llegado a estas tierras por mar, tras el Diluvio Universal a finales del segundo milenio antes de Cristo. Y en su honor, tomó el nombre de Brigij-calia o Brigo-calia (castillo o ciudad de Brigo), que con el transcurrir de los años se transformó en Bercicalia y muy posteriormente en Berciana, como se conoce actualmente al paraje donde se situó la villa.

En relación al nombre, algunas fuentes aseguran que Brigo significaría abundante, saludable y Calia o Cala, haría alusión a la voz griega Calos; hermoso y delicioso. Otras en cambio, traducen Calia como campo cultivado.

Sea quien fuere su fundador, lo que parece no tener discusión es su origen prerromano, aunque es justamente con la llegada de Roma, cuando la población llegó a su momento de mayor desarrollo. El Conde de Mora en su libro “Historia de la imperial, nobilísima, ínclita y esclarecida ciudad de Toledo” (1654) indica en alusión a Berciana “hanse hallado en esta dehesa grandes ruinas de población romana”.

Se documentan igualmente algunas inscripciones grabadas en piedra con varios filetes y diversos epígrafes:

Una adornada con un sol o rueda de carro y el texto “A Aulo Mumion Anteroz, natural de Bercicalia, hijo de el Cinio, de 60 años que yace aquí sepultado”.

Otra con lo que parece el dibujo de un grifo y que reza: “La república espléndida e ilustre de los Bercicalienses pone estatua a Aulo Mumion, hijo de Cayo Cinio, que fue uno de los dos que la gobernaron y su questor[1] cinco años”.

Otra más: “Auro Atecio Bercicaliense, hijo de Q. Alon, de 40 años, está aquí sepultado. Séale la tierra ligera.

Y una columna cuadrada, de 2,5 metros de alto, fue encontrada posteriormente a la publicación de dicho libro, hacia 1694. Presentaba una leona que en una garra portaba un cetro y bajo ella la siguiente inscripción “A Brigo, Rey y fundador, la República Brigij-calia dedico esta columna de buena voluntad”. Desgraciadamente, la columna fue partida con el fin de servir de peanas para las Cruces del Santo Calvario y con el tiempo las letras desaparecieron.

En el terreno numismático, se han encontrado monedas de varios emperadores; entre ellas una del emperador Gordiano (S. III) y otra de Julia Mammea, que por una de sus caras muestra la leyenda “Felicitas Publica”.

Lamentablemente, no existen datos que hablen del ocaso de Bercicalia, que ya en el siglo XVII tan sólo era un paraje del que se decía que era un lugar perfecto para edificar una población, pues se encontraban en la zona copiosas fuentes de agua y un arroyo suficientemente caudaloso para regar las vegas que se extienden a uno y otro lado, produciendo abundantes pastos y donde crecían numerosas hierbas medicinales conservadas todo el año por no marchitarlas las escarchas.

Y eso es hoy Bercicalia, un paraje donde la única construcción existente es la ermita de Berciana, del siglo XVI, levantada en conmemoración de la aparición de la Virgen en 1270, pero esa es otra historia…


[1] Juez.


1 comentario:

  1. Buenas tardes. Muy interesante. Me gustaría saber de donde ha salido toda esta información; donde puedo conseguir este libro; pues todo tiene sentido excepto lo de la gran ciudad y creo q la orientación hacia el oriente de la actual población de mentrida. Existen restos aparentemente sin investigar q pueden corroborar la existencia de esta ciudad. Muchas gracias por este articulo tan interesante. Un mentridano; también apasionado de la historia en general y de aquella intrascendente.

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